👣 3 acciones simples que tú, como homo sapiens, deberías hacer a diario (Parte II)
Mantener (o recuperar) aquellas actividades y habilidades naturales, propias de la especie es una de las claves para morir joven lo más tarde posible
Hola!
Hace unos días te recomendaba tres acciones simples que puedes (y deberías) poner en práctica hoy mismo. Tres acciones que pueden ayudarte a sentirte y moverte mejor e, incluso, a mejorar tu salud.
Pasa tiempo en el suelo
Ponte de pie, muévete y camina
Descálzate
En el post anterior hablamos de la importancia de pasar más tiempo en el suelo y te sugería que trabajaras sobre una serie de posturas de reposo.
Si te lo perdiste, puedes leerlo aquí 👇
Hoy te hablaré sobre los otros dos puntos.
¡Vamos allá!
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2. Ponerse de pie, moverse y caminar
Si sentarse o tumbarse en el suelo es la forma tradicional en la que nuestros ancestros reposaban, el movimiento es la otra parte de la fórmula, aquello que el ser humano necesita para mantener sus capacidades y funciones naturales.
Lo que no usas, lo pierdes.
Te lo repito, pero al revés: si quieres conservarlo, debes utilizarlo.
Con frecuencia.
Por eso, cualquier persona que desee mejorar su salud o condición física, que quiera sentirse mejor, rendir al máximo en el trabajo o en los estudios o hacer algún cambio en su composición corporal, lo primero que debería revisar es su nivel de actividad física diaria.
No tiene sentido buscar el mejor ejercicio, método o entrenamiento de moda si apenas te estás moviendo durante toda jornada.
Es como empezar a construir la casa sin unos buenos cimientos.
Los cimientos son la actividad física. Mucha. A diario. Variada.
¿Cuánto te mueves durante el día? ¿Cómo de variados son tus movimientos?
No basta con salir a correr 3 días por semana si después pasas 12 horas diarias sentado y otras 8 tumbado. Es mejor que nada, pero no es suficiente.
El movimiento es necesario para disfrutar de una buena salud. Hacer aquello para lo que la naturaleza nos ha diseñado es la mejor forma de mantenerse sano y envejecer joven.
No estamos diseñados para pasar tanto tiempo sentados e inactivos.
Perjudica a nuestro sistema musculoesquelético, a nuestro aparato cardiovascular y respiratorio y, aunque pueda resultarte sorprendente, a nuestro cerebro.
Es el peaje que debemos pagar por vivir en una sociedad moderna.
O no.
Y es que parte de la solución está en tus manos.
Bueno, en realidad está en tus pies.
Pasar más tiempo de pie, moverte y desplazarte de un lugar a otro, tal vez sea la forma más simple, natural y económica de mantener y recuperar todas aquellas capacidades y habilidades que tú, como homo sapiens, traías de serie.
Sobre todo si lo combinas con las posturas de reposo que te mostré en la primera parte de este post.
Movimiento y descanso. Descanso y movimiento.
Mucho beneficio para tan poco riesgo.
Después ya hablaremos de ejercicio, programas, protocolos, etc…
Pero, si no lo estás haciendo ya, empieza por ahí.
Seguramente estarás pensando que la idea es muy simple y fácil de aplicar… a primera vista. Pero que no es tan sencillo llevarla a la práctica con todas las obligaciones familiares y profesionales que llenan la agenda de un humano moderno.
Y tienes razón.
Pero, por ahora, ya eres consciente de ello. Tal vez empieces a buscar oportunidades para incorporar estos consejos en tu vida cotidiana. Y si buscas, si eres curioso y creativo, es posible que encuentres formas de pasar más tiempo de pie y estar más tiempo en movimiento.
Por mi parte, trataré de darte ideas para que pongas en prueba en difentes contextos.
Pero no esperes por mi y ¡empieza ya! 😉
3. Descalzarse
Gracias al calzado, el ser humano ha sido capaz de conquistar el mundo.
Que sí, que hay otras muchas cosas…
Pero piénsalo un momento: ¿cómo hemos sido capaces de cruzar y habitar las áridas tierras de un desierto, las heladas tierras cercanas a los polos o conquistar montañas escarpadas?
¿Cómo hemos podido adaptarnos a climas y terrenos tan variados y extremos?
Pues gracias a la ropa y al calzado.
El calzado es un gran invento de la humanidad. Especialmente cuando cumple con el cometido de sus orígenes: proteger del frío y del calor y proteger frente a cortes y heridas a causa del terreno.
El problema viene cuando el calzado se convierte en un símbolo de estatus o clase social, cuando tiene más importancia su apariencia externa que su verdadera función y cuando dejamos que la industria de la moda dictamine la forma que debe tener el calzado para la actual temporada.
El calzado moderno no respeta la forma y función del pie (otro día me extenderé en este tema). No permite que el pie haga bien su trabajo que, básicamente, es darte información sensorial sobre el terreno sobre el que te mueves, absorber las fuerzas de impacto (adaptándose al terreno) y propulsarte en cada paso (actuando como una catapulta rígida cuando es necesario).
El calzado moderno altera la forma y función de tus pies.
Es como una prisión para tus pies.
Volveremos a este apasionante y polémico tema más adelante.
Pero hoy vamos a centrarnos en la solución más simple, efectiva y económica que puede ayudarte, aunque solo sea un poco, a recuperar la movilidad, fuerza y sensibilidad de tus pies: pasar más tiempo descalzo.
Descalzarte, caminar descalzo, estimular la planta de tus pies con un masaje o, mejor aún, caminado por un terreno duro, irregular y pedregoso, practicar algún deporte o actividad descalzo (yoga, capoeira, artes marciales, bailar, entrenamiento de fuerza…) son formas de entrenar tus pies y recuperar parte de las habilidades y capacidades que traían de serie.
¿Recuerdas las posturas arquetípicas de las que te hablé hace unos días y que te sugería practicar regularmente? ¿Las has practicado?
(Si no sabes de qué te hablo, lee la Parte I de este post).
Si alguno de estos días pasados has cambiado el sofá por el suelo y has hecho el recorrido por las diferentes posturas, seguramente hayas vivenciado la limitada movilidad de tus tobillos y pies, ¿me equivoco?
(No te lo he dicho, pero es importante que trabajes esas posturas sin calzado).
¿Se te levantan los talones o pierdes el equilibrio hacia atrás en la sentadilla completa? ¿Te resulta doloroso el estiramiento y presión sobre los dedos al sentarte sobre los talones? ¿Te cogen rampas en la planta del pie o te molesta la zona del empeine en las posiciones del vaquero, la sirenita o al estar arrodillado?
Si la respuesta a esas preguntas es afirmativa, es señal de que has perdido movilidad en los tobillos y pies.
No te preocupes, puedes mejorar… si lo practicas regularmente.
No tengas prisa, pero sé constante.
☝️Un detalle importante: quitarte los zapatos que oprimen tus pies es el primer paso para no empeorar la salud de los mismos. Pero necesitas estar de pie y moverte para aprovechar la acción y el efecto de la fuerza de la gravedad (tu peso) sobre tus pies. Así ganarán fuerza y movilidad e irán recuperando, poco a poco, la forma que debería tener cualquier pie natural.
“Tres en uno” para tu salud
Fíjate en la simpleza de estas tres acciones.
No te las encontrarás en el método de transformación física del influencer de moda que tiene un coste 297 €. Ni te hablarán de ellas en ese webminar que tiene como finalidad venderte un programa integral para mejorar tu salud. Ni verás videos en Instagram o Tik-Tok con chicos sin camiseta o chicas en top haciendo demostraciones de ello.
¿Sabes porqué?
Porque no es nada espectacular, no impresiona, no es “sexy”, no tiene brilli-brilli…
Seguramente no pagarías para que alguien te de estos tres consejos.
Es poco sofisticado. Lo rudimentario no nos llama la atención. Pensamos que no sirve.
Pero es lo que te recomendaría ese médico de familia de toda la vida, ya mayor, con aspecto de sabio desordenado y apariencia de estar desactualizado en sus conocimientos.
Ese médico que, no sabes cómo, siempre acierta en el diagnóstico y remedio.
Remedios simples, naturales, económicos y que funcionan.
Observando lo que es natural.
Y llevándolo a la práctica.
Pasar tiempo en el suelo.
Pasar tiempo de pie y moviéndote.
Pasar tiempo descalzo.
Pruébalo un tiempo y me cuentas.
Si te apetece, claro.
Salut.
PD: te dejo por aquí un tweet que publiqué hace unas semanas y que resume bastante bien las ideas principales de estos dos posts.