🙋🏻♀️ La motivación es necesaria, pero no suficiente
La motivación, como la fuerza de voluntad, es una de esas cualidades que solemos poner en la categoría de "superpoderes" para conseguir lo nos proponemos. Pero, ¿es tan determinante como crees?
M·O·T·I·V·A·C·I·O·N.
Uno esos superpoderes que pensamos que son imprescindibles para hacer las cosas.
“Es que me falta motivación para ir al gimnasio…”, “perdí la motivación con el inglés y acabé dejando las clases…”, “¡Estoy supermotivado! Cuénta conmigo para entrenar de lunes a sábado!”…
Si hay motivación, haces cosas.
Si no hay motivación, no haces nada.
Y, hasta cierto punto, así es: sin un motivo que te lleve a la acción difícilmente vas a ponerte manos a la obra, ni vas a esforzarte, ni vas a aceptar en tu día a día aquellas incomodidades necesarias para conseguir tus objetivos.
Porque, claro, para recoger un premio todos estamos dispuestos…
Pero para ganarse ese premio trabajando… ¡ahí ya somos menos!
En mi opinión, la motivación, igual que la fuerza de voluntad, está sobrevalorada.
Que sí, que juega su papel para llevar a la práctica (hoy) todos los planes que has diseñado para tu yo del mañana. Pero no te puedes fiar de ella: no siempre está ahí cuando más la necesitas. Además, en muchas situaciones, no es tan determinante como piensas.
La motivación es necesaria, pero no es suficiente.
Imaginemos esta situación:
“Te doy 1.000.000 € si mañana a las 8:00h has perdido esos 7 kg que me dices que te sobran”.
Un millón de euros es, sin duda, una buena razón para actuar, ¿verdad? ¡Seguro que la motivación no te falta!
Pero… ¿cuál es el principal obstáculo al que te enfrentas? El tiempo.
Y eso es algo que deberías tener siempre presente: muchas de nuestras aspiraciones (objetivos) no suceden de la noche a la mañana. No puede ser. Por mucha motivación que tengas, requieren de tiempo para materializarse.
Y ya sabes que los primeros días estás muy motivado y dispuesto a hacer cualquier cosa. Pero conforme pasan las semanas… te desinflas.
Ese es uno de los problemas de dejar tus sueños en manos de la motivación.
Ahora imagina esta otra propuesta:
“Te ofrezco un puesto como ingeniero jefe del equipo de F1 de Ferrari. Tendrás un sueldo de 900.000 € por temporada y tu familia podrá viajar contigo (con todos los gastos pagados) a todos los grandes premios del campeonato. Empezarías las temporada 2024-2025 y te haríamos un contrato por tres años”.
Independientemente de que te guste o no la F1, no me negarás que la posibilidad de poder vivir esa experiencia es muy atractiva. El sueldo también, no vamos a engañarnos.
Pero.. ¿qué obstáculo te encuentras? Que no tienes los conocimientos, habilidades y capacidades para desarrollar esa tarea.
Y esta es la segunda reflexión que quería compartir hoy contigo: si no sabes o no eres capaz de hacer lo necesario para conseguir tus objetivos, ya puedes rebosar de motivación, que de poco te va a servir.
Lo sé: son ejemplos extremos.
Los he elegido porque permiten ver claramente algunas de las limitaciones de depender principalmente de la motivación. Dicho de otra forma, además de la motivación necesitas otras cosas para alcanzar tus aspiraciones en la vida. En los casos anteriores, tiempo y conocimientos / habilidades.
Pero si quieres, podemos pensar juntos en ejemplos más reales y cercanos. Tan cercanos, que seguramente los has vivido en algún momento de tu vida.
¿Te has propuesto marcar abdominales como Brad Pitt en el Club de la Lucha para las vacaciones del mes de julio?
¿Adelgazar 6 kg para la boda de tu hija, en 5 semanas?
¿Ponerte en forma en 8 semanas cuando llevas 35 años sin despegar el culo de la silla?
Dime una cosa, ¿estás motivado para ponerte manos a la obra?
Bien.
No hace falta que te diga que el principal obstáculo que vemos aquí es el tiempo: no parecen metas realistas para alcanzar en tan pocas semanas, ¿verdad?
Por mucha motivación que tengas.
Pero, además, también es posible que esos mismos objetivos te los hayas propuesto tropecientasmil veces a lo largo de tu vida, siempre aprovechando un arreón de motivación que te ha hecho ilusionarte con que, esta vez sí, lo ibas a lograr.
¿Y qué? ¿Lo has conseguido? ¿O es un ciclo que se repite cada año?
Si arrastras objetivos de un año para otro, si vives en un déjà-vu infinito, entonces el problema no es el tiempo ni la falta de motivación (seguro que lo estabas en cada uno de los intentos). El mayor obstáculo es que no dispones de los conocimientos, habilidades, capacidades o herramientas necesarias para conseguir tus objetivos.
La clave no está en intentarlo más fuerte, con más intensidad, con un mayor sacrificio y disciplina, ni con más motivación o fuerza de voluntad…
La clave está en hacerlo de forma diferente.
¿Cómo?
Pues adquiriendo nuevos conocimientos, aprendiendo nuevas habilidades, desarrollando nuevas capacidades, diseñando un entorno favorable y consiguiendo las herramientas necesarias para alcanzar tus metas.
Por ejemplo: perder peso.
Para perder peso (técnicamente hablaríamos de mejorar la composición corporal, pero así nos entendemos) no basta con comer menos y moverse más.
Si quieres bajar unos kilos y no recuperarlos, necesitas aprender algunas habilidades:
⚠️ No están todas las que son ni son todas las que están. Dependerán de cada caso.
Conocimientos: saber leer las etiquetas de los alimentos, diferenciar la composición de los principales grupos de alimentos, saber qué tipo de ejercicio te conviente realizar y a qué intensidad, aprender la técnica de ejecución de los ejercicios, identificar los alimentos de alta densidad calórica y alta densidad nutricional…
Habilidades: identificar el hambre emocional del hambre real, aprender a hacer correctamente los ejercicios, organizar las comidas semanales, cocinar de forma saludable, gestionar eventos sociales o comidas fuera de casa, aprender a calcular el tamaño de las raciones…
Capacidades: disponer de tiempo para comprar y preparar la comida, gestionar la agenda diaria para hacer ejercicio, tener un mínimo de capacidad para hacer ejercicio y saber adaptar el ejercicio en consecuencia…
Entorno favorable: tiendas de comestibles cerca de casa, una familia que te ayude y apoye en tus objetivos, un profesional que te acompañe, unos amigos que actúen como aliados en lugar de como cómplices, un lugar cercano donde entrenar (un parque o un gimnasio cerca de casa o un espacio en tu hogar)…
Herramientas: una cocina equipada con un set de cocina para cocinar de forma saludable, recipientes para conservar los alimentos en la nevera, un tupper para llevarte la comida al trabajo, material de entrenamiento si vas a hacer ejercicio en casa, ropa y zapatillas deportivas…
Supongo que ya ves por dónde van los tiros.
Y sí, es posible trabajar tu motivación para mejorarla. Igual que la fuerza de voluntad.
Y te hablaré de ello.
Mientras tanto, pregúntate:
¿Qué necesitaría aprender para conseguir mis objetivos?
En el pasado, ¿en qué me he sentido limitado?
¿Qué no he sido capaz de hacer simplemente porque no sabía cómo hacerlo?
¿Qué herramientas me hubieran facilitado el seguir mi plan?
Salut
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