🥗 Las dietas se empiezan los viernes
La preparación siempre vence sobre la fuerza de voluntad.
Y si acabas de llegar, ¡Bienvenido! Si quieres formar parte de esta comunidad que quiere mejorar sus hábitos y estilo de vida sin depender de la fuerza de voluntad:
Lunes, 20:47 pm.
Hoy ha sido un día largo y complicado en el trabajo: un compañero enfermo, un par de “problemillas” con un cliente y un proveedor, tres reuniones que te han ocupado prácticamente toda la tarde, tu jefe que no para de pedirte cosas, ese proyecto que debes presentar mañana…
Acabas de llegar a casa.
Apenas has tenido tiempo de comer un sandwich al mediodía, así que tus tripas son más ruidosas que un concierto de Metallica.🤘
Imagina estos dos escenarios:
Escenario A
Abres la nevera.
Frente a ti, un paisaje más desolador que el desierto de Los Monegros el 15 de agosto: una lechuga iceberg, un tomate, un paquete de judías verdes, un yogur y 6 botellines de cerveza.
En el congelador, unas pechugas de pollo y una suprema de salmón.
“Podría hervir las judías y hacer el salmón a la plancha”, piensas. “Pero si me pongo a cortarlas ahora, hervirlas y esperar a que el salmón se descongele, se me hacen las tantas”.
Así que terminas por preparar una ensalada con la lechuga, el tomate y una lata de atún… Y un poco de queso con pan… Y el yogur… con un dos tres puñados de cereales “La ensalada es poca cosa”… y una dos cervezas… “Después de este día de m***da, me lo merezco”…
¿Crees que con un poco de fuerza de voluntad podrías haber seguido tu plan para comer de forma más sana?.
Es posible.
O tal vez no..
Escenario B
Ahora imagina este otro escenario:
Abres la nevera.
Coges la bandeja de salmón (que sacaste del congelador esta mañana), un tupper con la judía ya hervida y una crema de calabaza que preparaste ayer domingo. Mientras el salmón se hace a la plancha, calientas la crema y las judías. 10’ y listo. Completas la cena con un pequeño bol de arándanos (ya lavados) y un par de cucharadas de yogurt griego.
¿Ves es la diferencia entre ambas escenas?
La mayoría de personas que intentan comer mejor (lo que sea que eso signifique para cada uno) suelen centrar su atención en el acto de comer. Pero no tienen en cuenta que, lo que terminan por llevarse a la boca, está condicionado o determinado por la situación y el entorno.
Y, ¿sabes qué? El entorno y la situación dependen en cierta medida de las decisiones y acciones que hayas tomado previamente.
Llegar a casa tarde, después de un día duro y confiar tus elecciones nutricionales a la fuerza de voluntad es como comprarle un teléfono a un adolescente y pedirle que no instale instagram y tik tok.
Es poco probable que ocurra.
Y esto me lleva a recordarte una frase que ya me habrás escuchado decir antes (y que me oirás repetirla en el futuro):
La fuerza de voluntad está sobrevalorada. La preparación siempre vence sobre la fuerza de voluntad.
Por eso digo que las dietas empiezan el viernes.
Si quieres empezar (lo que sea) el lunes, debes hacer los deberes antes.
No esperes presentarte al examen sin haber estudiado. La fuerza de voluntad no te serviría de mucho el día del exámen, ¿verdad?
Para cambiar tus hábitos, te interesa crear un entorno que te lleve, sin apenas darte cuenta, a realizar las acciones que deseas, necesitas, te convienen o, simplemente has decidido hacer.
Es como un efecto dominó.
“Me llamó un amigo para tomar una cerveza… picamos algo… risas … fuimos a cenar… más risas… una copa…otra…fuimos a otro bar…una cosa lleva a otra…nos liamos…”
Captas la idea, ¿verdad?
Que termines “confundido por la noche” depende de una serie de decisiones y acciones previas.
Sucede igual con la comida:
Si haces la compra con antelación…
…compras la comida que te conviene…
…la tienes lavada, pelada y cortada…
…preparas alguna comida durante el fin de semana…
…sacas del congelador con antelación la comida…
… es más probable que comas de forma más saludable.
Se dice que “If you fail to plan, you plan to fail”. Si fallas la planificación, estás planificando el fallo.
No es necesario añadir nada más.
¿Cómo evito “fallar” el lunes? Pues planificando.
Pero no el mismo lunes, si no hoy (viernes).
El lunes no.
El viernes sí.
Piensa, planifícate y organízate como mejor te vaya, resérvate un tiempo, en función de tus planes del fin de semana para:
Planificar el menú semanal
Hacer una lista de la compra
Ir a comprar, siguiendo la lista
Lavar, pelar y cortar las frutas “más incómodas” de comer
Lavar las hortalizas y dejarlas listas para cocinar
Hervir algunas verduras, patatas, boniato, pasta, arroz o huevos
Preparar algún guiso o crema (si es el caso)
Si es necesario, descongelar los alimentos el día anterior
La preparación siempre vence sobre la fuerza de voluntad.
La anterior imagen es un ejemplo (propio) de lo que puedes hacer invirtiendo un poco más de dos horas de un domingo por la mañana:
Mandarinas peladas y en gajos
Arándanos lavados
Cebolla morada pelada y cortada (para ensaladas)
Cebolla dulce pelada y cortada (lista para cocinar)
Zanahorias lavadas, peladas y cortadas (para snacks o ensaladas)
Tomates cherry lavados
Apio lavado y cortado en tiras (como snack o para ensaladas)
Pimiento rojo lavado y cortado en tiras (como snack crudo, para ensaladas, o para cocinar)
Judía verde hervida
Calabaza hervida
Brocoli hervido
Patatas hervidas
Huevos hervidos
Crema de calabaza
🍊🫐🧅🥕🍅🌶🎃🥦🥔🥚
¿Te imaginas empezar la semana con la nevera así?
¿Cuánta fuerza de voluntad necesitarás para optar por una cena saludable cuando llegues a casa a las 22:00h, con hambre y cansado de trabajar?
Muy poca.
Algunos pensarán, “¡Buah! ¡Vaya curro! Es mucho tiempo”.
En realidad es mucho menos tiempo del que emplearía si me pongo a cocinar lo que voy a comer en cada momento.
Agrupar tareas y trabajar por bloques es mucho más eficiente y es uno de los principios de la productividad que intento aplicar en todo lo que hago.
Pero de eso hablaremos otro día.
Por ahora, te dejo.
Creo que tienes que irte a preparar algunas cosillas para el lunes… 😉
Salut!
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Sinceramente no soy de abrir los mails, pero este genuinamente me hizo querer venir a dejar un comentario y es que me encantó. La planificación realmente nos facilita tener opciones más sanas para nosotros. Súper top, lectora frecuente de ahora en adelante.
PD Soy fan de Metallica y su música no es ruidosa!
Escucha Orion
Aunque no lo creas su música genera tranquilidad , paz...deleite.