Si crees, como yo hice durante años, que tu comportamiento, acciones y hábitos dependen solamente del análisis y decisiones conscientes de tu cerebro racional, estás equivocado.
Me gustan, mucho, mucho, tus artículos. Los guardo y los releo a menudo. Me ayudan. Son de extraordinaria calidad. Deberías incorporarlos a un libro. Muchas gracias.
Pero...
Creo que deberías matizar esta aseveración:
La emoción es el impulso que induce a la acción
Los estoicos recomendaban desconfiar de las emociones.
La emoción, algo propio del hombre, es una “alteración” del comportamiento lógico y natural.
Dicho esto, el primer paso sería distinguir entre emociones “ negativas” y “ positivas”, La ira es negativa, el miedo paralizante, también.
Pero una explosión de alegría o de bienestar o de ilusión, puede desembocar en un comportamiento erróneo. Conducir mal, beber en exceso, menospreciar a un inferior o compañero, o dar “ gatillazo” en la sesión amorosa con Marijuli, en la que llevas soñando meses.
Alex, te ruego una extensión sobre el tema...emociones y comportamiento.
Muchas gracias por tus palabras y por ser un lector asiduo de este Newsletter!
Interesante lo que apuntas en tu comentario...Aunque ambos puntos de vista creo que no son incompatibles.
Me explico:
¿Cuántas cosas sabemos (racionalmente) que deberíamos hacer o dejar de hacer y en cambio no las hacemos? Muchas. Porque la razón o la lógica, aún siendo importantes, no son suficientes para hacerte pasar a la acción y cambiar tu comportamiento o tus hábitos.
¿Porqué en un momento determinado una persona hace o deja de hacer algo que durante muchos años ya sabía (racionalmente) que debería hacer o dejar de hacer? Normalmente porque hay algo, un detonante, que le hace sentir que debe cambiar ahora.
Encontraríamos infinidad de ejemplos de campañas de marketing, de prevención de accidentes de tráfico, campañas anti-tabaco, de vacunación frente a una epidemia, etc... que apelan a los sentimientos (no a la razón) para conseguir llegar a la población.
Por eso digo que las emociones (sentimientos) son las que nos hacen pasar a la acción (en la mayoría de ocasiones). Y eso no quita que guiarse por las emociones (sin pensarlo) sea siempre lo más adecuado. Para nada.
Por eso creo que mi afirmación y lo que tú apuntas no entran en conflicto ni son opuestas: Aprovecha el empuje (motivación) que te proporcionan las emociones para pasar a la acción y utiliza el filtro de la razón para decidir si esas acciones son las adecuadas para tus objetivos.
SENTIR no el problema. Las emociones son naturales, buenas y necesarias. Pero deben tener su contrapeso en la razón y en la capacidad de auto-control (si es necesario).
Para conseguir cualquier cambio de comportamiento duradero, utilizando la maravillosa metáfora de los hermanos Heath (Cambia el Chip) necesitas dirigir al jinete (razón), motivar al elefante (emociones) y allanar el camino (modificar el entorno).
Los grandes cambios raramente nacen de un análisis racional y objetivo.
Alex
Me gustan, mucho, mucho, tus artículos. Los guardo y los releo a menudo. Me ayudan. Son de extraordinaria calidad. Deberías incorporarlos a un libro. Muchas gracias.
Pero...
Creo que deberías matizar esta aseveración:
La emoción es el impulso que induce a la acción
Los estoicos recomendaban desconfiar de las emociones.
La emoción, algo propio del hombre, es una “alteración” del comportamiento lógico y natural.
Dicho esto, el primer paso sería distinguir entre emociones “ negativas” y “ positivas”, La ira es negativa, el miedo paralizante, también.
Pero una explosión de alegría o de bienestar o de ilusión, puede desembocar en un comportamiento erróneo. Conducir mal, beber en exceso, menospreciar a un inferior o compañero, o dar “ gatillazo” en la sesión amorosa con Marijuli, en la que llevas soñando meses.
Alex, te ruego una extensión sobre el tema...emociones y comportamiento.
De nuevo, muchas gracias
Carlos
Hola Carlos!
Muchas gracias por tus palabras y por ser un lector asiduo de este Newsletter!
Interesante lo que apuntas en tu comentario...Aunque ambos puntos de vista creo que no son incompatibles.
Me explico:
¿Cuántas cosas sabemos (racionalmente) que deberíamos hacer o dejar de hacer y en cambio no las hacemos? Muchas. Porque la razón o la lógica, aún siendo importantes, no son suficientes para hacerte pasar a la acción y cambiar tu comportamiento o tus hábitos.
¿Porqué en un momento determinado una persona hace o deja de hacer algo que durante muchos años ya sabía (racionalmente) que debería hacer o dejar de hacer? Normalmente porque hay algo, un detonante, que le hace sentir que debe cambiar ahora.
Encontraríamos infinidad de ejemplos de campañas de marketing, de prevención de accidentes de tráfico, campañas anti-tabaco, de vacunación frente a una epidemia, etc... que apelan a los sentimientos (no a la razón) para conseguir llegar a la población.
Por eso digo que las emociones (sentimientos) son las que nos hacen pasar a la acción (en la mayoría de ocasiones). Y eso no quita que guiarse por las emociones (sin pensarlo) sea siempre lo más adecuado. Para nada.
Por eso creo que mi afirmación y lo que tú apuntas no entran en conflicto ni son opuestas: Aprovecha el empuje (motivación) que te proporcionan las emociones para pasar a la acción y utiliza el filtro de la razón para decidir si esas acciones son las adecuadas para tus objetivos.
SENTIR no el problema. Las emociones son naturales, buenas y necesarias. Pero deben tener su contrapeso en la razón y en la capacidad de auto-control (si es necesario).
Para conseguir cualquier cambio de comportamiento duradero, utilizando la maravillosa metáfora de los hermanos Heath (Cambia el Chip) necesitas dirigir al jinete (razón), motivar al elefante (emociones) y allanar el camino (modificar el entorno).
Los grandes cambios raramente nacen de un análisis racional y objetivo.
Un saludo!
Alex-
Excelente e inteligente enseñanza. Una gran ayuda. Gracias
Gracias, Carlos! 🙏