🥷 De incompetente a ninja
Conoce las fases por las que necesitas pasar desde el "Eres malo y no lo sabes" hasta el "Te sale bien sin pensar" y descubre dónde te encuentras tú y porqué estás estancado ahí desde hace tiempo.
Martes, 6:30 am.
Caminando hacia el gimnasio, aprovecho esos 40’ de paseo para pensar.
Es una de mis rutinas matinales que me ayudan a encarar bien el día.
Le he puesto el nombre de “CREActividad” porque aúna actividad física y creatividad. Utilizo esa actividad física subvencionada1 para ordenar ideas, resolver problemas o simplemente divagar.
Depende del día y de cómo me sienta.
Aunque trato de no dirigir en exceso mis pensamientos, los martes me he propuesto dedicar ese espacio de CREActividad al newsletter, ya sea pensando en posibles temas sobre los que escribir o desarrollando y redactando mentalmente el post semanal. Después, a la hora de escribirlo, siento que las ideas fluyen mejor.
Y así andaba yo este martes, dándole vueltas al contenido de la semana, con la idea de que quería tocar algún tema relacionado con la alimentación (hace días que no lo hago).
Uno de los temas que tengo entre los borradores es cómo estimar las cantidades necesarias de los diferentes macronutrientes utilizando la mano, sin calculadora y sin tener que pesar la comida. Es una idea muy interesante, simple, práctica y recomendable para la gran mayoría de personas…
…lo que me llevó a recordar la tendencia natural que tenemos los seres humanos para sobreestimar nuestra habilidad y capacidad para hacer cualquier cosa (por ejemplo, calcular la cantidad de comida que ingerimos o valorar lo “saludable” que es nuestra alimentación)…
…y entonces mi mente saltó a lo importante que es, en cualquier aprendizaje o proceso de cambio, ser consciente de tu capacidad y habilidad real (no la percibida) y me puse a pensar en los cuatro estadios o etapas de la competencia.
Creo que este puede ser un buen tema para el newsletter de hoy, ya que me servirá como introducción a los otros dos, que trataré en las próximas semanas.
Así que, si me acompañas, te explicaré los diferentes estadios o etapas por los que debes pasar cuando intentas aprender o perfeccionar alguna habilidad.
No olvídes que cambiar de hábitos implica hacer las cosas de forma distinta. Un cambio de hábitos es, en su esencia, un aprendizaje (¿recuerdas la mentalidad de científico de la que te hablé la semana pasada?).
Si estás intentando cambiar algún hábito o empezar a entrenar, este post te interesa.
Las cuatro etapas de la competencia
En psicología, las cuatro etapas de la competencia, o el modelo de aprendizaje de "competencia consciente", se relaciona con los estados psicológicos involucrados en el proceso de progresar de la incompetencia a la competencia en una habilidad.
Con otras palabras, explica los pasos por los que habitualmente se pasa desde que aprendes una nueva tarea o habilidad, hasta que la dominas.
Estadio 1: Incompetencia inconsciente
“Se te da mal, y no lo sabes”.
Aquí es donde casi todos pasamos gran parte de nuestra vida en la mayoría de las actividades habituales. Hacemos las cosas lo mejor que sabemos o podemos, sin plantearnos nuestro nivel de habilidad (competencia) o anclados a la creencia de que ya somos suficientemente buenos en lo que hacemos.
Aunque la realidad sea otra, por lo que se ve en los resultados.
Si no te preocupa tu situación o tus resultados actuales en esa parcela concreta de tu vida, no hay problema. Tampoco se trata de ser llegar a ser un maestro en todo lo que hagas.
Pero si no estás satisfecho con los resultados y crees que el problema no está en tu habilidad para realizar las tareas, acciones, ejercicios o actividades que se requieren, eso sí puede ser problemático.
En estos casos, podrías sentirte frustrado porque lo que haces bien (según tu criterio) no se refleja en los resultados que obtienes. O tal vez te lleve a buscar explicaciones y soluciones externas a una situación que tú mismo puedes mejorar.
Crees que comes poco y de forma saludable
Crees que corres ligero, con una buena postura y cadencia alta
Crees que la técnica y recorrido de tu sentadilla son ideales
Crees que tu swing poco tiene que envidiar al de Tiger Woods
Crees que… [escribe aquí lo que quieras]
¿Te suena alguno?
No ser consciente de que haces algo mal es una barrera en tu progreso.
Estadio 2: Incompetencia consciente
“Descubres que eres malo”
Tal vez este sea el estadio más importante del proceso de aprendizaje.
Es el primer paso hacia el cambio y el progreso. No puedes cambiar ni tener intenciones de mejorar aquello que no sabes que necesitas cambiar o mejorar.
El descubrimiento de tu incompetencia puede resultar un poco duro para el ego, pero abrir los ojos y reconocer y aceptar que necesitas mejorar una faceta de tu vida es la puerta de entrada al dominio de cualquier habilidad.
Con frecuencia en esta etapa aparece un experto (dietista, entrenador, coach, profesor) que te ayuda a ser consciente de tu situación actual, te explica qué aspectos concretos necesitan mejora y cómo puedes hacerlo.
Ver una grabación tuya en video (p.e. haciendo un ejercicio en el gimnasio o ejecutando un swing de golf) y compararla con una ejecución y técnica modélicas también puede ser revelador. Los comentarios de un amigo con más experiencia y dominio que tú podrían servir también… aunque ¡cuidado con los cuñaos bienintencionados!
Bien, ya sabes que no lo haces tan bien como creías, tienes una idea clara de qué necesitas mejorar y cómo puedes hacerlo.
Es hora de ponerse manos a la obra.
Estadio 3: Competencia consciente
“Para hacerlo bien, debes esforzarte y estar concentrado”.
Personalmente esta es la etapa que más me motiva, tanto en mi faceta de alumno / deportista / aprendiz eterno como en mi rol de entrenador.
¿Por qué?
Bueno, una de las tareas más chulas de mi trabajo como entrenador o coach es acompañar a las personas en ese proceso de aprendizaje y desarrollo de las habilidades que necesitan para que estén, se sientan y se vean mejor. No en limitarme a decirles qué está “mal” o qué deberían mejorar, si no en descubrir juntos cómo son capaces de progresar, cómo van haciendo las cosas de una forma distinta y cómo lo van integrando progresivamente en su vida diaria. Es una labor muy gratificante.
Como alumno, deportista y aprendiz eterno, me motiva ese proceso de aprendizaje, ese tiempo de práctica que inevitablemente te lleva a la mejora.
Disfruto aprendiendo y practicando.
De hecho, a mí me gusta más entrenar (y mejorar) que la competición
Por desgracia, es precisamente en esta fase cuando muchos tratan de buscar atajos, intentan acelerar el proceso, escatiman en esfuerzos o, directamente, se la saltan.
En el estadio anterior, pasar de la inconsciencia a la consciencia de tu incompetencia es como una epifanía o revelación: de repente descubres la cruda realidad. Pero para llegar a dominar una habilidad se requiere tiempo y paciencia.
Uno no se convierte en monje Shaolín de la noche a la mañana.
Y en nuestra cultura de la inmediatez, pocos están dispuestos a pagar ese precio.
Un coste en tiempo y, especialmente, en atención y energía.
No mejoras por el simple hecho de repetir o practicar, no.
La mejora llega cuando esa práctica se realiza con atención plena, fijándote en los aspectos concretos que quieres mejorar y recibiendo un feedback inmediato y continuo de tu rendimiento. Entonces utilizas ese feedback para hacer los ajustes necesarios y repetir de nuevo, prestando atención plena a la ejecución, blablabla…
Es lo que se llama práctica deliberada y es lo que ha permitido que los mejores del mundo en sus disciplinas lleguen a serlo. (Apunto este tema para otro post).
En esta fase del proceso, eres capaz de hacer las cosas bien si pones toda tu atención en la ejecución de la tarea, actividad, práctica o ejercicio. Necesitas de ese control mental para que las cosas salgan bien. Y aún así, no siempre lo consigues.
Es un esfuerzo considerable y un proceso, en cierta medida, tedioso. No basta con repetir y ya está. Debes esforzarte para que el resultado se acerque al deseado.
En este estadio, eres capaz de hacerlo bien, pero no te sale automáticamente.
Por eso decimos que eres competente consciente.
¡Bien! Ya eres capaz de hacerlo bien si te concentras. ¡Avancemos!
Estadio 4: Competencia inconsciente
“Te sale bien sin pensar”
Este es el estadio de los flashes y las luces de colores, el punto en el que todos queremos estar, es la etapa en la que más disfrutas tú y que más disfrutan los que observan cuando realizas esa tarea, actividad, ejercicio o acción.
Todo fluye, la ejecución sale sola, sin esfuerzo, de forma automática pero precisa, sin pensar. Es entonces cuando, en lugar de centrarte en tu ejecución, puedes emplear tu atención para otras cosas.
Eres competente inconscientemente.
Esa habilidad ya está integrada en ti, ya forma parte de ti.
¿Y ahora qué?
Bien, si te ganas la vida con esa habilidad (o tu sueldo depende de ello), me temo que estarás en un proceso infinito de mejora para convertirte en un verdadero maestro de esa habilidad. Las ganancias marginales de la práctica deliberada son importantes para ser un top-performer.
Aunque si solamente quieres funcionar más o menos bien por la vida, evitar grandes cagadas y no necesitas ese nivel de excelencia, yo no haría nada especial. La propia práctica habitual debería ser suficiente para mantener ese nivel de competencia que necesitas en el día a día, por lo que puedes centrarte en mejorar otras facetas o aspectos de tu vida repitiendo el mismo proceso.
¿En qué estadio te encuentras tú?
Bien, es hora de poner en práctica lo aprendido en la lección de hoy.
Piensa en alguna habilidad, tarea, ejercicio o práctica concreta que quieras mejorar. También puedes fijarte en alguna faceta de tu vida que crees que dominas haces bien, pero que no se refleja en los resultados que obtienes.
¿En qué estadio dirías que estás? ¿Cómo podrías avanzar hacia el siguiente nivel?
¿Podría ser que haya algún aspecto a mejorar que se te escapa y del que no eres consciente? De ser así, ¿cómo podrías darte cuenta? ¿Puedes consultar con algún experto que te ayude a valorarlo? ¿Puedes grabarte en vídeo y compararte?
Si ya sabes qué necesitas mejorar y estás en ello, ¿cómo es tu práctica diaria para mejorar? ¿Dónde está tu atención mientras repites o practicas? ¿En qué aspectos concretos te fijas? ¿Qué feedback específico recibes sobre cómo lo has hecho? ¿Hay alguien con criterio que te pueda ayudar en este proceso?
Ten presente que este proceso es válido y puedes aplicarlo a muchísimas de las cosas que haces en tu vida diaria. No seas demasiado exigente contigo mismo ni trates de alcanzar la maestría en todo. Céntrate en aquello que es más importante para ti, que más te hace disfrutar o que más te ayudará a alcanzar los objetivos que deseas.
El próximo viernes, hablaremos sobre algo que guarda relación con lo visto hoy: la tendencia que tenemos a sobrevalorar nuestra habilidad y capacidad para comer suficiente sin excesos y seguir una alimentación variada y “saludable”.
Tendencia que nos lleva a buscar estrategias avanzadas cuando todavía no se dominan las básicas.
¿Cómo dirías que es tu dominio o habilidad en tus hábitos de alimentación?
Del 1 (más bajo) al 3 (más alto), ¿cuál dirías que es tu “nivel”?
En una escala del 1 al 10, ¿cómo crees que es de saludable tu alimentación?
Piénsalo durante estos días…
Salut!
Si te has quedado con la curiosidad de saber a qué me refiero con actividad física subvencionada y/o quieres encontrar la tuya, te recomiendo leer este post. 👇