Crees que tus decisiones y acciones las eliges tú. Que, como ser racional que eres, tienes el control sobre todo lo que haces en cada momento. Te equivocas. El entorno, con frecuencia, decide por ti.
El entorno te envuelve, se habla mucho de la mentalidad de rebaño, pero también es cierto que si eres fuerte mentalmente puedes seguir teniendo a tu amigo el derrochador, al que no hace más de 500 pasos al día y al que fuma dos paquetes de tabaco diarios a tu lado sin prescindir de ellos. Tiene que ser muy consciente de lo que quieres a mi me pasó. Para bajar 34 kilos tuve que ser muy consciente de todo a mi alrededor y dentro de mi y puff para cambiarlo.
Como bien apuntas, si eres capaz de darte cuenta de la influencia que ejerce el entorno (lugares, objetos, personas...) sobre tus decisiones y acciones, ya tienes mucho ganado.
Aún así, para la mayoría de personas es muy difícil luchar continuamente contra los inputs del contexto en el que se mueven. Y si lo pueden hacer, no es por mucho tiempo.
Si puedes modificar el entorno para que juegue a tu favor o, incluso, alejarte de él entonces las posibilidades de cambiar tus hábitos aumentan drásticamente. Pero no todos pueden hacerlo.
Sin duda, tu caso es más la excepción que la norma y seguramente estás dotado con una mentalidad muy favorable para conseguir ese cambio tan espectacular. ¡Felicidades!
Grandes reflexiones en voz alta. He pensado muchas veces todo lo que comentas, me siento muy identificado.
¿Somos totalmente libres cuando dejamos de imitar lo que nos rodea y empezamos a tener nuestros propios hábitos, los de cosecha propia? Muy interesante
Bueno, no sé si llegaremos a ser totalmente libres, pero si somos conscientes del efecto del entorno en nuestras acciones, podemos ganar mucho más control sobre estas últimas y rediseñar el entorno para que nos resulte más fácil de hacer aquellos hábitos que deseamos incorporar (o más difícil de hacer aquellos que queremos eliminar).
Si no controlas tu entorno, tu entorno te controla a ti. 😉
El entorno te envuelve, se habla mucho de la mentalidad de rebaño, pero también es cierto que si eres fuerte mentalmente puedes seguir teniendo a tu amigo el derrochador, al que no hace más de 500 pasos al día y al que fuma dos paquetes de tabaco diarios a tu lado sin prescindir de ellos. Tiene que ser muy consciente de lo que quieres a mi me pasó. Para bajar 34 kilos tuve que ser muy consciente de todo a mi alrededor y dentro de mi y puff para cambiarlo.
Hola Jesús,
Como bien apuntas, si eres capaz de darte cuenta de la influencia que ejerce el entorno (lugares, objetos, personas...) sobre tus decisiones y acciones, ya tienes mucho ganado.
Aún así, para la mayoría de personas es muy difícil luchar continuamente contra los inputs del contexto en el que se mueven. Y si lo pueden hacer, no es por mucho tiempo.
Si puedes modificar el entorno para que juegue a tu favor o, incluso, alejarte de él entonces las posibilidades de cambiar tus hábitos aumentan drásticamente. Pero no todos pueden hacerlo.
Sin duda, tu caso es más la excepción que la norma y seguramente estás dotado con una mentalidad muy favorable para conseguir ese cambio tan espectacular. ¡Felicidades!
Gracias por compartir tu experiencia!
A ti, por el valor real que aportas a la comunidad.
Grandes reflexiones en voz alta. He pensado muchas veces todo lo que comentas, me siento muy identificado.
¿Somos totalmente libres cuando dejamos de imitar lo que nos rodea y empezamos a tener nuestros propios hábitos, los de cosecha propia? Muy interesante
Gracias Paco!
Bueno, no sé si llegaremos a ser totalmente libres, pero si somos conscientes del efecto del entorno en nuestras acciones, podemos ganar mucho más control sobre estas últimas y rediseñar el entorno para que nos resulte más fácil de hacer aquellos hábitos que deseamos incorporar (o más difícil de hacer aquellos que queremos eliminar).
Si no controlas tu entorno, tu entorno te controla a ti. 😉
Un saludo y gracias por dejarme tus comentarios.
Muy bueno. Espero con " ansiedad" la próxima semana.
Saludos Alex
Gracias Carlos! 😉